El verano deja una buena cosecha de alfalfa destinada a la deshidratación.
Tras las abundantes lluvias de los meses de primavera, que dificultaron la siega, los meses de verano han sido especialmente buenos en la producción de forrajes en España, las buenas temperaturas, el sol predominante en todo el territorio nacional han propiciado tres cortes de una gran calidad y cantidad.
El proceso de deshidratado es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y el bienestar animal, con el uso en la ración de alfalfa deshidratada nos aseguramos una perfecta alimentación del ganado sin residuos ni insectos, evitando fermentaciones o microorganismos vivos.
La alfalfa deshidratada española se ha convertido en los últimos años en alimento fundamental para vacas de aptitud láctea (balas de alfalfa deshidratada) así como para cabras, corderos, ovejas y cerdas gestantes (pellets de alfalfa).